jueves, 5 de junio de 2008

Hace 15 años no llovía el mismo sol en Monterrey


Hace 15 años no llovía el mismo sol en Monterrey. Antes de ir a la escuela el desayuno, mami me despertaba y me proponía un trueque: Prepararme licuado o avena o un ponche a cambio de meterme a la regadera, a lo que yo respondía con un nuevo trato -pero me peinas como chinita- y entonces mamá no tenía opción hacía una mueca y decía si. El peinado consistía en cepillar muy bien el cabello, desenredarlo, hacer un apartado por en medio, tomar cada parte y atarla firmemente con una liga de manera que quedaran dos colas de caballo, luego torcerlas y volver a atar.
Recuerdo las mañanas frescas de camino a la escuela, atravesar el mercado cuando apenas comenzaba a instalarse, las calles abarrotadas de niños acompañados por sus mamás; imaginaba que de pronto se convertirían en zombies y entonces tendría que empezar a correr muy rápido siguiendo los enormes pasos de papá, porque a mi me acompañaba él y yo sentía un orgullo extraño de ser una de las poquísimas niñas acompañadas por su papá. Jamás pasó lo de los zombies y todo quedaba en una risilla interna.
En el recreo las señoras recargadas en la maya de la escuela esperando a sus hijos, alumnitos corriendo, jugando, gritando, siendo crueles como son los niños, con sus preguntas inquisitivas o un simple –tu mamá no te quiere porque no te trae lonche- -Ni que fuera de kinder- respondía yo y me sentía más grande. Un minuto antes de que tocara el timbre yo ya tenía el alma en el patio, no porque me encantara el recreo, su bullicio ni mucho menos, sino por mi hermanita quien estaba en primer grado, ambas nos juntábamos en las escaleras y ahí devorábamos lo que mamá nos hubiera puesto de lonche.
Angie no hablaba mucho, siempre ha sido muy reservada desde niña, pero era mi mejor amiga en la escuela además de mi hermana. Después de almorzar, dábamos una vuelta al patio y comprábamos unos chocolates en forma de pollito. Tocaba el timbre y yo acompañaba a “la goyita” a formarse con los de 1°. En la salida yo apresuraría el paso para alcanzarla en su salón, antes de que los niños grandes la fueran a tumbar, eso me decía mamá, y en la puerta esperaríamos a que llegaran por nosotras. Mamá nos serviría sopa y cuando me preguntara sobre tarea pendiente yo llevaría una cucharada grande muy grande a la boca y no podría responder.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

ANGIE............................


jajaja si aquellas anécdotas de nuestra infancia cuando mamá nos hacia el lonche y aquellos chocolates de pollito jiji si claro que me acuerdo que me tumbaban los de 6 :( si que nos divertiamos en el break deaaaaaaaa
y te acuerdas como mama me hizo estudiar asta que saque el 1 lugar en 1 grado algo que nadien se imaginaba jajajajay cuando nos llevabamos los ponis a la school asi y que tu que eras la novia de donatelo de las tortugas ninja jajajaja y yo de rafael el es el mas sexy dea eso q jiji si y alos de mas niños ni les gustaban q idotas los childrens jaja aunque nadamas estuvimos juntas 3 años no lapassabos bien chido despues q te graduaste ya no tenia compañerade juegos y loqueras :( snif porque despues entraste a la secundaria me acuerdo que nos encantaba jugar al nintendo a las luchitas jiji peero me gustomucho tu texto y espero q me me meciones en mas y pongas una pik mia para que tenga mas fama tu blog jiji dea :)
p.d vamos de antro a perriar jajajajjajajajajaja :)
te quiero atte angyeeeeeeeeeeee

Fernando Arellano dijo...

Limpia, clara, evocadora y constructiva. Crónica, relato y ensoñación. Endemoniadamente bien escrita. Felicidades y gracias por compartirlo.

Unknown dijo...

Siempre es bueno recordar los mejores momentos de nuestra vida.

Un abrazo!

n u b y a ♥ dijo...

Mi hermana también estuvo conmigo en la primaria, ingresó a primero cuando yo estaba en tercero... A nosotros si nos quería mamá porque nos llevaba el almuerzo (la verdad es que su negocio estaba cerca de la primaria) y nunca me peinaron como chinita, siempre me hacían una reestirada coleta que hacía parecer que tenía ojos de chinita.

Y también comprábamos chocolates de pollito, son el hit.

Saludos Marilyn, encontré tu blog (sabía que tenías uno, pero no se me da mucho eso de andar husmeando), yo recién he hecho uno, espero poder estar en contacto contigo mediante este medio, ya que no entraré al messenger muy seguido y cerré mi fotolog, pero me interesa mucho lo de tú-sabes-qué en la normal, así que ya que se están acabando las clases no quiero perder el contacto!.

Me gustó mucho tu texto, me hizo recordar muchas cosas.

Nos vemos pronto, cuídate.

Nubya

Graciela dijo...

El bello color a mi infancia me recorre el alma al leerte querida Amiga, a�n recuerdo el peine de mi madre en las ma�anas,tir�ndome la cola! el sabor de las tostadas con mantequilla y miel que tom�bamos medio dormidos y la prolijidad con que me ataba el mo�o del guardapolvos mi madre antes de salir, tantas cosas...muchisimas...gracias por dejar este dulce sabor de recuerdo en mi d�a , hoy, Un beso de los grandes argentino-mexicano, si?Hasta prontito, escribes bellamente!

Tiko dijo...

saludos, soy nuevo amigo de Nube y pues a ver si tambien de ti jaja
mi msn es ketchii@hotmail.com
byeeee

n u b y a ♥ dijo...

¡Ya actualiza!

Haha, okay no...

Me gustó mucho eso que me comentaste de que "Los sentimientos son universales"... siempre había pensando algo parecido, pero no encontraba las palabras correctas para definirlo.

Pues sí, es difícil esto de la vegetarianez (desconozco si existe el término) yo de hecho tengo anemia, estoy en tratamiento, pero a veces es difícil que mi nivel de hemoglobina suba... es por eso que necesito un médico rápido =/.

Bueno, nos vemos en la normal... bueno, a veces nos vemos y a veces no... es que tu sabes... una que se hunde en su mundo.

Actualiza pronto, ándale =P.

Nubya