viernes, 22 de julio de 2011

Los cachorros, Mario Vargas Llosa


Hola, ahora les comparto mi reseña de Los cachorros de Mario Vargas Llosa, fue mi primer acercamiento con el autor y ahora voy por La casa verde. Enjoy it.



Los cachorros, a primera vista

La obra está compuesta por seis capítulos:

Primero, se describe la llegada de Cuéllar, el protagonista, al colegio Champagnat dirigido por hermanos, el nuevo estudiantes es desconocido por el perro Judas y lo ataca hasta castrar al niño

Segundo, se relata el cambio de comportamiento que tiene Cuéllar a partir del accidente, su falta de interés en la escuela y su gusto por el deporte, la compasión de sus padres y el miedo de los hermanos a que estos tomaran represalias contra el colegio, sus buenas calificaciones a pesar de su pésimo trabajo eran el consuelo a su desgracia.

Tercero, los niños ya han entrado en la adolescencia y comienzan a tener novia, menos Cuéllar, su castración lo reprime.

Cuarto capitulo y los chicos han entrado ya a la carrera, han madurado, Cuéllar también se enamora pero no se declara, la chica le rompe el corazón y el vuelve a ser irreverente.

Quinto capítulo, después de la decepción amorosa, Cuéllar está muy desubicado, no encaja con sus amigos así que se junta con chicos de grados inferiores, vuelve a ser irreverente e inmaduro, se siente celoso porque ellos ya tienen otros intereses.

Sexto capitulo, los muchachos han terminado sus estudios y empiezan a casarse con sus novias, Cuéllar se dedica a correr autos, sobresale arriesgando su vida hasta que la pierde en un accidente.

Los cachorros, a través de mis ojos

La obra narra las aventuras de un grupo de muchachos que inician en el Champagnat una amistad que durará toda la vida, desde la infancia hasta que se reciben de la carrera y forman una familia. Las inquietudes, diversiones, enamoramientos de los chicos limeños recuerdan a ese otro grupo de niños mexicanos en Las Batallas en el Desierto, ¿Podría Cuéllar haber comprendido a Carlitos? Los dos con sus amores no correspondidos, los dos castrados, uno por un perro, el otro por su familia, la iglesia, la escuela, por la sociedad. O es que quizá Judas representa también a una sociedad, la que primero te enseña a ladrar, te forma de una manera a través de las escuelas, los medios, la familia y luego te limita hasta hacerte un conformista, un ciudadano más.

Los cinco muchachos son irreverentes, ocurrentes, inquietos, libres como si fueran cachorros, de ahí que el perro que le arranca su sexo y deja roto al pobre Cuéllar se llame Judas, perro que antes fue un cachorro, eso lo convierte en un traidor, un Judas. Al dejar mutilado a Cuéllar, mutila también una parte de su vida, la posibilidad de formar una familia. Al principio el niño no lo nota o no le importa, pero al entrar en la adolescencia cuando sus amigos demuestran su hombría enamorando chicas, es que Cuéllar se siente incompleto, rechazado. Los muchachos van creciendo y “van entrando al aro” dejan las rebeldías y van formando parte de la sociedad, pronto se gradúan y luego necesitarán un trabajo, usaran corbata y se casarán. Pero Pichula que así es como llaman a Cuéllar después del accidente, quien estuvo malcriado por su misma familia al compensar su pérdida física con un Volvo, los hermanos del colegio quienes lo contentan con buena notas, los amigos que no tienen la madurez de ayudarle a enfrentar el problema; él es malcriado y al mismo tiempo tachado, criticado, por que no madura, y así es orillado, hecho a un lado, hasta la muerte.

El estilo narrativo de Vargas Llosa hace que el lector se sienta uno más de los cachorros, los diálogos no tienen guiones, lo mismo se describe el escenario que se introduce una pregunta, una idea, corriente de conciencia, onomatopeya. No se sabe quien es el que narra la historia, podrían ser todos, menos Pichula, es posible saber que piensan los muchachos menos él, adivinamos su interior, su sentir, su decepción, pero lo conocemos sólo a través de sus amigos.

Los cachorros, es una obra impresionante, desde el primer capítulo nos lleva a la escena de la castración, no podemos hacer nada para evitarlo, “escuchamos” los ladridos guau del perro guau y no queremos imaginar pero la narración obliga a crear imágenes y reflexionar acerca de lo vulnerables que somos frente a la naturaleza, los animales son más fieros porque se sienten amenazados por el hombre, quien se ha esforzado en hacerse casas de cristal y en ir poco a poco siendo más frágil.

Para concluir, se puede trabajar con los adolescentes uno o varios fragmentos de la obra para analizar el tema de las variantes del español. En 2º año, en el bloque II, el tema se centra en las diversidad lingüística de los pueblos hispanohablantes, los alumnos pueden identificar varias palabras utilizadas en el Perú e investigar su significado en nuestro País.

1 comentario:

Wycherly dijo...

Una sorpresa muy agradableel blog,.
Regreso.