...y me invades con palabras como besos...
sábado, 27 de octubre de 2012
martes, 10 de abril de 2012
La fe o la bioquímica del cerebro
lunes, 27 de febrero de 2012
Ahora que medio mundo habla del reportaje "de panzazo"
domingo, 5 de febrero de 2012
Toda una señora
jueves, 19 de enero de 2012
El último y nos vamos
miércoles, 18 de enero de 2012
feliz cumple mi amor
domingo, 1 de enero de 2012
sábado, 31 de diciembre de 2011
El año viejo
miércoles, 21 de septiembre de 2011
Medir las palabras
- En primer lugar mi Dylan recayó, pobre niño dirán, se enferma tan seguido, no lo cuidan bien o qué pasa, pues no es eso, resulta que no ha mejorado y lo he llevado con diferentes doctores, le diagnósticaron desde gripa, infección, sinusitis y hasta asma. Espero que esto último no sea, y que el problema es que salió alérgico como la madre.
- En segundo lugar, mi servicio social, estoy muy nerviosa, quiero hacer las cosas bien, no me quiero equivocar. Me gusta dar clase, pero empiezo mañana y resulta que ahora mismo me tiemblan las piernas de pensar en eso, ojalá que mi asesora no me visite mañana, eso acrecentaría mis nervios.
- En tercer lugar el ambiente laboral en mi escuela es tenso, o al menos así lo siento, me siento aislada, quizá es mi imaginación y me gustaría que así fuera, no he tomado partido en favor de alguna postura política pero creo que hay compañeros que sí y eso de alguna manera me está perjudicando, me encanta mi trabajo, quiero hacerlo bien pero me desaniman los conflictos políticos. Hoy fui al sindicato a buscar conciliación pero luego me sentí insatisfecha, no me fui a quejar sólo aclarar que estoy en son de paz, espero haber hecho lo correcto, no quiero más problemas, prefiero mantenerme al margen de estos asuntos pero siento que es necesario sentarnos y dialogar.
- Luego nosotros, no me gusta llegar a casa e invadir a Jim con mis problemas en vez de platicar a gusto de nuestro día, de invadirlo de palabras como besos, quiero estar bien, quiero solucionar cada situación y hacer lo que me gusta, tener tiempo para sentarme a teclear algo agradable, qué se yo, todo menos estar tristeando.
martes, 16 de agosto de 2011
viernes, 29 de julio de 2011
viernes, 22 de julio de 2011
Los cachorros, Mario Vargas Llosa

Los cachorros, a primera vista
La obra está compuesta por seis capítulos:
Primero, se describe la llegada de Cuéllar, el protagonista, al colegio Champagnat dirigido por hermanos, el nuevo estudiantes es desconocido por el perro Judas y lo ataca hasta castrar al niño
Segundo, se relata el cambio de comportamiento que tiene Cuéllar a partir del accidente, su falta de interés en la escuela y su gusto por el deporte, la compasión de sus padres y el miedo de los hermanos a que estos tomaran represalias contra el colegio, sus buenas calificaciones a pesar de su pésimo trabajo eran el consuelo a su desgracia.
Tercero, los niños ya han entrado en la adolescencia y comienzan a tener novia, menos Cuéllar, su castración lo reprime.
Cuarto capitulo y los chicos han entrado ya a la carrera, han madurado, Cuéllar también se enamora pero no se declara, la chica le rompe el corazón y el vuelve a ser irreverente.
Quinto capítulo, después de la decepción amorosa, Cuéllar está muy desubicado, no encaja con sus amigos así que se junta con chicos de grados inferiores, vuelve a ser irreverente e inmaduro, se siente celoso porque ellos ya tienen otros intereses.
Sexto capitulo, los muchachos han terminado sus estudios y empiezan a casarse con sus novias, Cuéllar se dedica a correr autos, sobresale arriesgando su vida hasta que la pierde en un accidente.
Los cachorros, a través de mis ojos
La obra narra las aventuras de un grupo de muchachos que inician en el Champagnat una amistad que durará toda la vida, desde la infancia hasta que se reciben de la carrera y forman una familia. Las inquietudes, diversiones, enamoramientos de los chicos limeños recuerdan a ese otro grupo de niños mexicanos en Las Batallas en el Desierto, ¿Podría Cuéllar haber comprendido a Carlitos? Los dos con sus amores no correspondidos, los dos castrados, uno por un perro, el otro por su familia, la iglesia, la escuela, por la sociedad. O es que quizá Judas representa también a una sociedad, la que primero te enseña a ladrar, te forma de una manera a través de las escuelas, los medios, la familia y luego te limita hasta hacerte un conformista, un ciudadano más.
Los cinco muchachos son irreverentes, ocurrentes, inquietos, libres como si fueran cachorros, de ahí que el perro que le arranca su sexo y deja roto al pobre Cuéllar se llame Judas, perro que antes fue un cachorro, eso lo convierte en un traidor, un Judas. Al dejar mutilado a Cuéllar, mutila también una parte de su vida, la posibilidad de formar una familia. Al principio el niño no lo nota o no le importa, pero al entrar en la adolescencia cuando sus amigos demuestran su hombría enamorando chicas, es que Cuéllar se siente incompleto, rechazado. Los muchachos van creciendo y “van entrando al aro” dejan las rebeldías y van formando parte de la sociedad, pronto se gradúan y luego necesitarán un trabajo, usaran corbata y se casarán. Pero Pichula que así es como llaman a Cuéllar después del accidente, quien estuvo malcriado por su misma familia al compensar su pérdida física con un Volvo, los hermanos del colegio quienes lo contentan con buena notas, los amigos que no tienen la madurez de ayudarle a enfrentar el problema; él es malcriado y al mismo tiempo tachado, criticado, por que no madura, y así es orillado, hecho a un lado, hasta la muerte.
El estilo narrativo de Vargas Llosa hace que el lector se sienta uno más de los cachorros, los diálogos no tienen guiones, lo mismo se describe el escenario que se introduce una pregunta, una idea, corriente de conciencia, onomatopeya. No se sabe quien es el que narra la historia, podrían ser todos, menos Pichula, es posible saber que piensan los muchachos menos él, adivinamos su interior, su sentir, su decepción, pero lo conocemos sólo a través de sus amigos.
Los cachorros, es una obra impresionante, desde el primer capítulo nos lleva a la escena de la castración, no podemos hacer nada para evitarlo, “escuchamos” los ladridos guau del perro guau y no queremos imaginar pero la narración obliga a crear imágenes y reflexionar acerca de lo vulnerables que somos frente a la naturaleza, los animales son más fieros porque se sienten amenazados por el hombre, quien se ha esforzado en hacerse casas de cristal y en ir poco a poco siendo más frágil.
Para concluir, se puede trabajar con los adolescentes uno o varios fragmentos de la obra para analizar el tema de las variantes del español. En 2º año, en el bloque II, el tema se centra en las diversidad lingüística de los pueblos hispanohablantes, los alumnos pueden identificar varias palabras utilizadas en el Perú e investigar su significado en nuestro País.
jueves, 21 de julio de 2011
Las batallas en el desierto, José Emilio Pacheco

Las batallas, a primera vista.
Las batallas en el desierto retrata a un grupo de niños que comienzan la adolescencia. El escenario es el de México de los años cuarenta, ya desde entonces un país tan multicultural y con una distancia abismal entre sus pobres y sus ricos. Está al frente de la República Miguel Alemán Valdez, a quien se caricaturiza como un incompetente y cómico representante nacional.
El protagonista está relatando la historia más de treinta años después, recuerda su adolescencia y su primer enamoramiento, las batallas en el desierto con sus amigos, que así era como llamaban al lugar donde jugaban en la escuela y el cual se convierte en el punto de partida para otras historias. La familia de Carlos pertenece a la clase media, el padre es empresario, dueño de una fabrica de jabón que se ve amenazada por la competencia extranjera; la madre es una mujer persignada con aires de santurronería y altivez; tienen tres hijos, Carlos es el de en medio.
La trama está centrada en la joven vida de Carlitos, quien se enamora de Mariana, la madre de su mejor amigo. El decide confesar su amor, Mariana lo entiende, le toma la mano y le pide que no sufra pero que es imposible corresponderlo, él finge entender la situación y se dirige a su casa. Al llegar allá, todo mundo sabía lo que había hecho, lo señalan, sus padre, su maestro, su amigo Jim, preguntan a Mariana, ella lo niega.
Después de lo ocurrido, Carlos eso obligado a ir al confesionario donde el sacerdote le da una indirecta clase de educación sexual que lo confunde más, también se ve orillado a realizar unos tests psicológicos, donde los doctores no hacen sino buscar frases hechas e inventarle el diagnóstico más ridículo a un chico que había cometido el único pecado de confesar su amor.
Un Carlos ya adulto se encuentra con quien fuera un humilde compañero de clases, le pregunta por todos, por Jim, por Mariana, aquel le cuenta que ellos ya no están, pues Jim había sido recogido y llevado a los Estados Unidos por su padre biológico y Mariana se había suicidado después de una discusión con su amante. Todo es confuso para Carlos, se dirige a la que fuera la casa ella, pero nada, hay otra familia, al final no sabe si es verdad que Mariana se quitó la vida o no.
Las batallas, a través de mis ojos.
Es la voz de Carlos que nos muestra un poco de esa situación social del país en aquel período: ricos muy ricos y pobres bien jodidos, la doble moral, las casas chicas, un presidente de portadas de periódico y un México invadido por nuevos productos extranjeros. De ahí lo de distintas culturas en una misma escuela; por eso comparten clases un mexicano, un gringo, un árabe y un japonés, sin duda en México había oportunidades ,pero nadie dijo que para lo mexicanos.
Carlitos, además de asomarse por la ventana y describirnos el escenario mexicano, también nos muestra el interior de sí mismo, sus preocupaciones, su dudas, su madurez a una edad tan temprana, sus reflexiones, su amor por Mariana, la mamá de su amiguito Jim. Un amor que se confiesa y que no muere porque no se corresponde. Los personajes y el grupo de amigos son un estereotipo: la Iglesia en el padre Ferrán y la Educación en el profesor Mondragón, el niño rico (Harry), el pobre (Rosales), el listo, , el abusivo (Alcaraz) el extranjero (Toru), el mejor amigo (Jim) y el enamorado (Carlos); es a través de cada uno de ellos, de sus historias que se nos muestra México y los cuarenta.
Mariana es la princesa a quien hay que rescatar, una mujer joven quien tiene un hijo de algún gringo, luego es abandonada y termina como amante de un importante político, mano derecha de Alemán. Es guapa, digna, sensata y dulce, qué importa que sea la querida, la forma en que Carlos nos la describe nos hace enamorarnos de ella al mismo tiempo. El narrador-protagonista se decide a confesar su amor y ella, reacciona con una sensatez admirable, no quiere romper el corazón del muchacho, en su rechazo lo consuela, casi lamenta no poder corresponderlo.
Aunque el amor no es correspondido por Mariana hacía Carlitos, la ternura de la declaración le recuerda a ella que puede ser amada y admirada, que no todo el mundo la mira como a una pretenciosa, amante en turno de un político pudiente. Carlos a Mariana le devuelve la dignidad, ella abre los ojos y reclama el respeto que merece por parte de su pareja.
Para concluir, Batallas en el Desierto es una obra que puede recomendarse a los adolescentes, se puede trabajar con ella en el proyecto cuya práctica específica es elaborar una reseña, de 2º año, cuarto bloque. La trama que gira en torno al amor no correspondido, la descripción de las personalidades de los adultos, las costumbres, intereses y formas de diversión que tenían los jovencitos en aquellos años es la misma de estos días, pues la Internet es la televisión de los setenta para los niños de hoy, sin duda el hilo narrativo de Pachecho enganchará a los alumnos.
viernes, 8 de julio de 2011
jueves, 7 de julio de 2011
Monedita de oro
No eres monedita de oro.
Todo es una tormenta en un vaso de agua comparado con problemas realmente serios de la humanidad.